Robert H.
Goddard, uno de los padres fundadores de la cohetería moderna, nació
en Worcester, Massachusetts, en 1882. A los 16 años de edad Goddard
leyó el clásico de ciencia ficción "La Guerra de los Mundos"
de H.G. Wells, y soñó con vuelos espaciales. Para 1926 había
diseñado, construido y volado el primer cohete de combustible
líquido del mundo.
Lanzado el 16 de
marzo de 1926 desde la granja de su tía Effie en Auburn,
Massachusetts, el cohete apodado "Nell" alcanzó una
altitud de 12,5 metros en un vuelo que duró unos 2 ½ segundos.
Fotografiado
aquí, Goddard está de pie al lado del cohete de 3 metros de altura,
sosteniendo el soporte de lanzamiento. Para alcanzar un vuelo estable
sin necesitar aletas, el pesado motor está localizado en la parte
superior, alimentado por líneas que salían desde los depósitos de
combustible llenos de oxígeno líquido y de gasolina, localizados en
la parte inferior del cohete.
Durante su
carrera, Goddard fue ridiculizado por la prensa por haber sugerido
que los cohetes podrían volar hasta la Luna, pero él continuó sus
experimentos, apoyado en parte por el Institito Smithsoniano y
defendido por Charles Lindbergh. Ampliamente reconocido como un
experimentador talentoso y un genio de la ingeniería, sus cohetes
estaban muchos años adelantados a su tiempo.